Hoy me desperté un poco tarde, con un gusto extraño en la boca. Me cepillé los dientes. Comí unas frutillas. Como no tenían nada para hacer, entonces me dije: bueno, hoy voy a ser fausto y voy a terminar el día sin ningún problema, me voy a tirar en el césped, mirar las estrellas y sentir la satisfacción dando vueltas dentro de mi estómago.
Terminar el día sin ningún problema: eso es delicia.